En esta vivienda situada en una posición privilegiada, cercana del mar pero lo suficientemente elevada como para estar envuelta por la naturaleza, planteamos una reforma integral que busca generar una experiencia sensorial a través de la cuidadosa combinación de materiales, texturas y colores.

El proyecto parte del diálogo entre interior y exterior, proponiendo espacios que se abren visual y emocionalmente hacia el paisaje. Cada estancia ha sido pensada para tener carácter propio, sin perder coherencia con el conjunto.

En la cocina, apostamos por una estética rotunda y sofisticada, donde el negro es el gran protagonista. Le sacamos el máximo partido a este tono a través de superficies continuas, contrastes mate-brillo y una iluminación que potencia su profundidad. El resultado es un espacio elegante, funcional y con una fuerte identidad.

Para la zona de estar, el enfoque cambia hacia una atmósfera más cálida y serena. Aquí combinamos madera natural, tejidos de lino y una gama de tonos neutros que aportan calma y equilibrio. Una alfombra verde actúa como punto focal, aportando frescura y creando una conexión directa con el entorno exterior que rodea la vivienda.

En la terraza, concebida como una extensión natural del interior, introdujimos una nota vibrante de color a través del mobiliario Fermob en tono rojo chili. Este gesto aporta vitalidad al conjunto, creando un contraste alegre y contemporáneo que invita a disfrutar del espacio al aire libre.

Este proyecto es una reflexión sobre cómo el diseño puede mejorar la relación entre arquitectura y paisaje, generando espacios únicos que dialogan con su entorno y con quienes los habitan.

Proyecto de Vivienda. Año 2023

Reforma Integral de Vivienda

Superficie 250 m2